De la misma manera que el viento apaga el débil fuego de una vela y aviva el fuego de un gran incendio, el tiempo termina con amores débiles y potencia amores verdaderos.
La verdad no sé muy bien el porqué de éste posteo, no es algo que refleje ni mi presente ni mi historia personal. Hoy me acordé de esta frase y tuve ganas de postearla (no se muy bien, ni cuándo ni donde la escuché), tal vez sea sólo parte de una movida del destino que busca hacer reflexionar a alguien que por esas cosas raras de la vida, termine leyendo este post en el momento justo de su vida.
Hace algunos días, dí un pequeño paso en mi objetivo personal de eliminar prejucios. Un muy pequeño paso en donde pude hacer a un lado los aspectos negativos de una persona, para darme la posibilidad de ver los buenos. Así, descubrí a un extraordinario cantautor oculto para mí hasta ahora. A continuación les dejo una de sus obras:
Yo no quiero un amor civilizado,
con recibos y escena del sofá;
yo no quiero que viajes al pasado
y vuelvas del mercado
con ganas de llorar.
Yo no quiero vecínas con pucheros;
yo no quiero sembrar ni compartir;
yo no quiero catorce de febrero
ni cumpleaños feliz.
Yo no quiero cargar con tus maletas;
yo no quiero que elijas mi champú;
yo no quiero mudarme de planeta,
cortarme la coleta,
brindar a tu salud.
Yo no quiero domingos por la tarde;
yo no quiero columpio en el jardin;
lo que yo quiero, corazón cobarde,
es que mueras por mí.
Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.
Yo no quiero juntar para mañana,
no me pidas llegar a fin de mes;
yo no quiero comerme una manzana
dos veces por semana
sin ganas de comer.
Yo no quiero calor de invernadero;
yo no quiero besar tu cicatriz;
yo no quiero París con aguacero
ni Venecia sin tí.
No me esperes a las doce en el juzgado;
no me digas "volvamos a empezar";
yo no quiero ni libre ni ocupado,
ni carne ni pecado,
ni orgullo ni piedad.
Yo no quiero saber por qué lo hiciste;
yo no quiero contigo ni sin ti;
lo que yo quiero, muchacha de ojos tristes,
es que mueras por mí.
Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.
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Joaquín Sabina - Contigo